Nos preparamos para el primer año de guardería

Al igual que los adultos, los niños/as necesitan adaptarse con calma a las nuevas situaciones. El primer año de guardería es un desafío como cualquier otro en el que debemos acompañar a nuestros hijos.
No todas las escuelas infantiles de Madrid preparan esta incorporación de la misma forma. En Menagar lo hacemos bajo nuestro lema “Dejadme crecer despacito”, por el que respetamos los tiempos y circunstancias de cada niño de forma individual. Esto supone una gran ayuda a la hora de incorporarse a la nueva rutina escolar.
¿Cómo debe ser la adaptación el primer año de guardería?
Si a ti te cuesta volver de vacaciones a tu puesto de trabajo, a los niños les ocurre exactamente igual. Durante el verano han tenido rutinas diferentes, horarios irregulares, han pasado más tiempo contigo y han hecho planes distintos. No podemos pasar de la playa a la guarde sin un plan de transición.
Esta nueva etapa supone la adaptación a un nuevo entorno, además de la interacción con otros niños y adultos que no forman parte del círculo familiar.
Desde un punto de vista tanto psicológico como pedagógico, existen varias estrategias que podemos seguir para acompañar a los niños/as en este cambio.
Preparación previa y primeros días
Relacionada con el apego encontramos la importancia de un entorno seguro para el bienestar emocional de los pequeños:
- Visitar la guardería antes de que comience puede reducir la ansiedad por separación.
- También es importante, desde un punto de vista cognitivo y emocional, hablarle positivamente sobre la guarde nueva.
- Puedes contarle qué va a hacer, cuáles son las actividades, que va a jugar con otros niños y niñas, etc. Se trata de construir expectativas positivas.
Los primeros días, el niño no tendrá todavía la seguridad de que vas a volver a por él. En esta etapa buscaremos minimizar su estrés y ayudarle a confiar en que regresarás:
- Una despedida breve y cariñosa conseguirá tranquilizarlo.
- Este tipo de despedidas promueven el apego seguro. Una despedida larga y dramática evoca un fin, y el niño creerá que vas a abandonarlo.
- También puede ser útil un objeto transicional, es decir, un objeto familiar que actúe como fuente de consuelo y seguridad.
Rutina y consistencia
Las rutinas nos dan seguridad, nos tranquilizan y restan estrés, y en el caso de los niños son fundamentales:
- Los niños/as necesitan estructuras para desarrollar esquemas mentales.
- Mantener horarios consistentes les ayuda a predecir y entender su día a día.
- Además, son esenciales para desarrollar la confianza y la autonomía.
- Es importante incidir en las horas de las comidas y las horas de dormir.
Fomenta su autonomía
El primer año de guardería es una oportunidad estupenda para que el niño/a desarrolle habilidades prácticas, resuelva problemas y se gestione de manera autónoma.
Esto le va a permitir sentirse más seguro de sí mismo. La confianza también le permitirá enfrentarse con más y mejores herramientas a las novedades que vayan surgiendo a lo largo de su vida.
- Enséñale habilidades básicas como recoger sus jugetes, lavarse las manos, preparar la ropa del día siguiente o llevar su plato al fregadero.
- El entorno social es crucial en la resolución de problemas. Anímale a intentar resolverlos por sí mismo antes de intervenir.
Ante el primer año de guardería, la comprensión, la paciencia y el apoyo son clave para que el niño se sienta seguro, autónomo y capaz. Recuerda que cada uno tiene sus propios tiempos y que las comparaciones no sirven para nada. Acompáñale y hazle sentir seguro, nosotros haremos lo mismo desde su primer día en Menagar.